Vaya jornada de reflexión que nos dieron ayer a los andaluces. ¡Qué falta de respeto!
Los populares dando mítines en Valencia, los socialistas dando mítines en Zamora, y la izquierda… Uy ¿Cómo era? Si lo tengo en la punta de la lengua ¿Indigna? ¿Indignante? ¡Ah ya! Indignada. Pues la izquierda indignada practicando su juego favorito que consiste en apedrear, incendiar y destruir la capital del Reino para luego acusar de brutalidad a la policía y a la fiesta de los toros.
Pero veamos el lado bueno, que haberlo haylo, solo es cuestión de saber buscarlo: nadie apedreó las sedes del PP. Parece que esa moda ya pasó.
El caso es que, con tanto jaleo, no pude reflexionar ni tanto así, y hete aquí que se acerca el momento de ir al colegio electoral y todavía no sé a quién votarle.
¡Voto a Bríos!
¡Seguro que ese «Bríos» es mejor candidato que alguno de los que hemos soportado estos días¡
Pues mira, siempre he considerado infantil eso de la jornada de «reflexión», y más incluso en la época de internet: ¿realmente alguien puede creer que sea relevante la influencia de última hora? Y si lo es, pues así es la vida: no veo por qué habría de tener menos valor un voto empujado a una determinada opción in extremis, que otro cuyo emisor es leal a unas siglas de toda la vida…; ésa es la grandeza y la miseria de la democracia: que todos los votos valen lo mismo, cualesquiera que hayan sido las razones de su emisión.
Vale, pero o se quita o se respeta. Digo yo.
Esto es lo que dice Wikipedia del tal Bríos:
¡Voto a Bríos! (Jingo, en la versión original, también traducido patriota) es la vigésimo primera novela de la serie del Mundodisco del autor Terry Pratchett, escrita en 1997 y editada en 2007 en España por Plaza & Janes.
Yo creo que la cuestión no es si es lógico o no que exista una jornada de reflexión, lo importante es que no se están respetando las reglas que hay establecidas, y que estos que se las saltan a la torera son los que van a gobernarnos.
Coincido.